Fatigada ella estaba...encendido el color...
con su cuerpo desnudo enlazada a mi cuerpo,
terminamos de hacer el amor.
Nos quedamos unidos... disfrutando en silencio del placer
que nos daba nuestra paz interior.
Susurrando......me dijo que quería estar siempre a mi cuerpo
unida....como el tallo a una flor.
Era tal el cariño que había en su cálida y trémula voz......
era tal la pasión que ponía...
que en mi pecho nació la ilusión.
Y deseé con fervor tener poder....para parar el tiempo;
y en dulce sueño...sentir caricias del viento
que con suave movimiento balancea tallo y flor.
Y así morir....para seguir viviendo con nuestro eterno amor.
4/9/2004
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