jueves, 12 de abril de 2007

UNA GRATA SORPRESA

Una cálida noche de Otoño…paseando por la orilla…solo…bajo las estrellas…descalzo sobre la arena, lentamente caminaba hacia la casita aquella que a lo lejos se encontraba. Era mi triste morada… era un cálido refugio donde enjugaba mis penas…donde tanto te añoraba…donde solo en ti pensaba…donde tan solo esperaba que un día tú llegaras…
Cansado…traspasé la puerta…dirigiéndome a la estancia donde las noches pasaba soñando en que tú estabas.
De mi alcoba....... salían… acordes de una melodía que gratos recuerdos traían.

Veinte velas encendidas,
dispuestas…en las mesitas
y en la repisa que había
junto aquella ventana
por la que el lago asomaba.
La pálida luz de la luna,
con fuerza se reflejaba
en un espejo que había,
y…
aromas de lavanda y rosas
por la estancia se esparcía.
¡Y allí estabas!
sobre las sábanas blancas …
vestida de encajes finos,
como una diosa
mostrándome tus encantos.
¡El misterio te envolvía!
No hicieron falta palabras…
tan solo…
cruzamos nuestras miradas,
y en ellas se adivinaba
el deseo que escondían.
Me acerqué a la cama,
desprendiendo poco a poco
las prendas que me vestían
y tus brazos me acogieron
en un apasionado abrazo;
Y nuestros cuerpos se unieron…
hasta que se hizo de día.

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