Detrás del silencio hay...
la desazón inquietante
de ver truncar la palabra
y el martilleo constante
de saber que en un instante
el silencio que nos habla
grita a voces su desgracia.
Quiere hablar pero no puede,
¡tiempo de silencio es!
¡la represión que se mueve!
ser tú o dejar de ser,
censura pura que llueve;
y mientras tanto has de ver...
cómo a una le hacen gracia
y al otro lo quieren moler
¡Silencio!
No es momento de palabras,
son momentos de callar,
de asentir con las cabezas
antes de querer hablar.
Detrás del silencio...
¿qué hay?
Tantas cosas hay detrás
que por mucho que me explaye
nunca las podré contar.
Puede haber... gran impotencia,
o también tranquilidad,
o esa rabia contenida
si no se puede gritar.
Tambien puede haber maldad
si se calla lo sabido,
y hasta podría haber paz
después de haberlo entendido.
Mas el silencio no es
ocultar lo acontecido;
también el silencio es
dejar las cosas pasar
y hacer como si tal vez
nunca hubieran sucedido.
Detrás del silencio no hay nada,
el culpable...
sigue pariendo mofadas,
y aquél...
quien llevó la estocada
sigue siendo reprimido.
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