Entre horas de nostalgia...
al resplandor de la luna..
paseando por la arena
con mi alma fugitiva
y la cabeza caida...
tu recuerdo se agolpaba
en mi alma adormecida.
Las gruesas gotas caían
mojándome las entrañas,
y en mi mente..solo habían
como un manojo de estrellas
que con su luz me decían...
que las caricias aquellas
algún día volverían.
Era la noche tan negra
y la playa tan sombría...
era tan triste la huella
que tu ausencia producía...
que en el aire se notaba
la tristeza que escondía.
Absorto en mis pensamientos,
vacío por fuera y por dentro,
con el alma destrozada
y hundidos mis sentimientos...
mas bien parecía un muerto
que sin cuerpo caminaba.
De pronto...allá a lo lejos...
sobre las olas del mar...
apareció una figura
que me mandaba reflejos
y me llamaba a jugar
con tu cuerpo sin igual.
¡ Se iluminó mi alegría !
la lluvia de pronto cesó,
y allá arriba...en el cielo...
la luna apareció,
invitándome con celo
a compartir tu alegría.
¡ No me lo pensé dos veces !
me dirigí a la orilla
caminando sin parar,
pedí permiso a los peces
para compartir tu vida...
¡ y me sumergí en la mar !
al resplandor de la luna..
paseando por la arena
con mi alma fugitiva
y la cabeza caida...
tu recuerdo se agolpaba
en mi alma adormecida.
Las gruesas gotas caían
mojándome las entrañas,
y en mi mente..solo habían
como un manojo de estrellas
que con su luz me decían...
que las caricias aquellas
algún día volverían.
Era la noche tan negra
y la playa tan sombría...
era tan triste la huella
que tu ausencia producía...
que en el aire se notaba
la tristeza que escondía.
Absorto en mis pensamientos,
vacío por fuera y por dentro,
con el alma destrozada
y hundidos mis sentimientos...
mas bien parecía un muerto
que sin cuerpo caminaba.
De pronto...allá a lo lejos...
sobre las olas del mar...
apareció una figura
que me mandaba reflejos
y me llamaba a jugar
con tu cuerpo sin igual.
¡ Se iluminó mi alegría !
la lluvia de pronto cesó,
y allá arriba...en el cielo...
la luna apareció,
invitándome con celo
a compartir tu alegría.
¡ No me lo pensé dos veces !
me dirigí a la orilla
caminando sin parar,
pedí permiso a los peces
para compartir tu vida...
¡ y me sumergí en la mar !
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