CIEN MIL MUERTES

Tu aroma, trepó por mis sentidos
y me inundé de flores,
multipliqué las flores y la vida
como un rosal de amor imaginario.
mientras… ardían tus sentidos
estableciendo el silencio.

¡Oh amada!, amada mía
de agua azul y gotas transparentes,
diosa pura de senos refulgentes,
trepitante de amor en tu cintura
y ansias de deseos en la mente,
deja que hunda mis manos
en la suave ternura de tu vientre,
y acoge con agrado, y dulcemente
mi boca, en tus senos, en tu pubis
y en esas nalgas sabrosas
que encuadran tu insondable ternura.

Quiero entregarte con amor…
el germen,
sondear tu cavidad ardiente,
sumergir con placer mi otoño
en esa noche de fiesta,
en tu dulce primavera,
bajo el sonido silente
de sombras, violines y campanas
y en esa gruta de placer humano
fundir la nieve transparente,
y plantar en ella mi simiente
para esperar con gozo
no una muerte ….
sino cuatro, diez o cien mil muertes.