Hay dos palabras que odio
cuando tú las pones juntas,
dos palabras que me crispan,
dos palabras que me crispan,
que me alteran al oírlas,
que me llenan de tristeza,
que me llenan de tristeza,
que mis nervios perjudican.
Son dos palabras que sueltas
no producen ni cosquillas,
pero juntas y en tu boca…
pero juntas y en tu boca…
son cuchillos afilados
que se clavan en mi alma
y producen tanta herida…
que a veces pienso en no verte
por no tener que escucharlas.
Y…...
Cuando mejor estoy
gozando de tu compañía…
tú siempre haz de decir…
el tan odiado …¡Me voy!
que se clavan en mi alma
y producen tanta herida…
que a veces pienso en no verte
por no tener que escucharlas.
Y…...
Cuando mejor estoy
gozando de tu compañía…
tú siempre haz de decir…
el tan odiado …¡Me voy!
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