Anoche, lo pasé fatal
pues hice lo que no quería,
me negué a contestar
me negué a contestar
a las llamadas que hacía.
El teléfono sonaba
de una manera insistente,
y prevaleció mi mente
y prevaleció mi mente
sobre lo que yo deseaba.
El corazón me decía
que contestara enseguida,
pues... necesitaba escuchar
pues... necesitaba escuchar
su alegre voz cantarina.
Mas mi mente... se negaba
a asir el auricular
para que ella pensara
para que ella pensara
que no estaba en el lugar.
Quería... que también supiera
qué se siente al comprobar
que no se puede ni hablar
que no se puede ni hablar
cuando uno lo desea.
Anoche... lo pasé fatal,
pues ciertamente sabía
que ella... se preocuparía
que ella... se preocuparía
por mi estado actual.
Y en mi cabeza bailaban
deseos contradictorios,
unos... me hablaban de amor,
unos... me hablaban de amor,
otros cerraban mis labios.
Mi corazón... deseaba
decirle cuánto la amaba,
mas mi mente se esforzaba
mas mi mente se esforzaba
en que no la contestara.
Quería... que por un momento
notara qué se siente
cuando se espera lo ausente
cuando se espera lo ausente
y no consigues tenerlo.
Ella me ha llamado hoy
con una voz compungida,
triste, molesta y dolida,
triste, molesta y dolida,
y yo... no le he dicho la verdad.
Anoche lo pasé fatal,
perdóname vida mía.
perdóname vida mía.
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