sábado, 24 de marzo de 2007

TIEMPOS DE LA DICTADURA Y OTROS TIEMPOS

Sesenta años ya hace
que en la ciudad de Mahón
mis ojos vieron la luz
en un día tormentoso;
y creo, que al punto nace
dentro de mi corazón
un sentimiento fugaz t
riste, fatal y penoso.

Los años de la postguerra,
los años en que mandaba
un dictador despiadado
que en nombre de Dios hablaba,
los años en que la guerra
tántas secuelas dejaba
que siempre vivía asustado
aquél que con "él"no estaba.

Mas mi niñez fue tranquila,
pues no en vano me encontraba
en el lado del que oprime,
del que inventa la mentira,
del que se pone en la fila;
esa fila inacabada
que se hace insensible
a lo que pasa en la vida.

Mis recuerdos se destapan
a partir de los seis años;
...oigo voces que suplican..¡
no me pegue señor guardia !.
Voces tristes que llegaban
por ventanas de los bajos
donde tres niños jugaban
alabando a la patria.

¡Todo en nombre de la patria!
una patria grande y libre,
la reserva de occidente,
la palabra reprimida
en esa comisaría...
que ni siquiera su nombre
quiero tener en mi mente
en toda mi larga vida.

A veces...no comprendía
por qué, unos pobres gitanos
recibían tantos palos
por no ser como nosotros,
otras veces yo sentía...
que se juntaban mis manos
rogando..a esos hombres malos
que no se ensañen con ellos.

Gitanos, quinquis, ladrones,
y algunos de los que estaban
en contra de los que mandan;
aquellos que aun pensaban
eran los que más recibían,
y pronto los trasladaban
a dependencias mas altas
de donde nunca salían.

Jugando con mis hermanos
en la triste galería,
los tres nuestra niñez pasamos;
encima de los calabozos
de aquella comisaría.

Fueron pasando los años
y...en el ambiente que había,
mis pensamientos ufanos
con el régimen se unía.
Brazo en alto, cara al sol,
y en el colegio aprendía
que el que era español
un gran orgullo tenía.

El Frente de juventudes,
vestía camisa azul;
¡ las mentiras por las nubes !
y al final se hizo la luz.
Catorce años tenía
y el Fuero de los españoles
de memoria me sabía;
¡ pues lo aprendí por bemoles !

A partir de ese momento
mi mente empieza a pensar,
y el ideal que yo siento
se empieza a desmoronar.
O no es cierto lo que dicen
o lo estan haciendo mal,
y hasta los curas bendicen
un régimen que era fatal.

En mi interior se despierta
un desengaño absoluto ,
pues..la única cosa cierta
es que España está de luto.
Luto, por todas aquellas maldades
que el dictador nos hacía,
y por tantas atrocidades
que habían dia tras dia.

Tres años de desengaños,
de una triste apatía,
de ver que pasan los años
y nunca nada se hacía.
Al cumplir los dieciocho
mi rumbo empezó a cambiar,
y desterré a los "pinocho"
de mi forma de pensar.

De vez en cuando asistía
a protestas callejeras,
y algún palo recibía
de aquella caballería.
A pesar de lo que cuento
mi sentimiento español
siempre lo llevaba dentro
como si fuese mi sol.

Mas...
no hay mal que cien años dure.
Y al fin, esa dictadura
que con el tiempo se pudre
nos quitó su atadura.

¡Ya llegó la democracia,
ahora podré respirar,
pues mucho tiempo hacía
que no se podía hablar.
El tiempo de transición
que las pasamos canutas;
y luego la Constitución,
casi casi las dos juntas.

Y al fin llega a lo que voy.
¿De qué sirve que se dicten
cartas magnas por doquier,
Fueros de los españoles
o nuestra constitución,
si hasta el día de hoy,
aquellos que la prometen
no la quieren ejercer ?

¿A qué vale celebrar
año tras año con fiestas
y, la constitución alabar,
si se la echan a cuestas?
Parece, que volvemos al pasado
y aunque no pasé la guerra,
sí me quedan las secuelas
de tiempos de la postguerra.

Ahora, sesenta años después,
nos meten en una guerra,
una guerra triste y cruel;
aunque no a todos aterra.

Solo pienso en esos seres
que mueren todos los días,
en los niños y mujeres
a quien destrozan sus vidas

Y un sentimiento de culpa
y de verguenza encendida
invade toda mi alma
con la rabia retenida.
Pido perdón a esos niños
que todos los días mueren
por no pertenecer al mundo
de los que la guerra quieren.

¡Y a esos que se han aliado
para invadir otras tierras,
les digo con mucho enfado.
¡No a todas las guerras!
¡Vosotros sois el tirano!

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