De qué nos sirve querernos
si tenemos que escondernos,
si ni siquiera podemos
compartir nuestros anhelos.
Si no podemos hacer
juntos lo que queremos,
si no puedo pasear
llevándote de la cintura,
ni cogerte de la mano,
ni tu cara acariciar,
ni mesar bien tus cabellos,
ni en una sala bailar,
ni correr junto a la playa,
ni ver ese sol ta bello
en el ocaso bajar.
Ni mirar juntos la luna,
ni con los demás hablar
de nuestro amor puro y tierno,
ni en el sofá descansar
tu cara junto a mi pecho,
ni ver el alba llegar,
ni poderte enjabonar,
ni poderte regalar
con un masaje bien hecho,
ni de tus labios gozar
a cualquier hora del día.
¿De qué nos sirve amarnos...
si en mi cama duermo solo
y tú compartes el lecho?
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